Ulises y las sirenas

     

-Terminada la guerra de Troya, Ulises navegaba con sus compañeros por el Mediterráneo camino a su patria, Ítaca. Es una travesía peligrosa, porque el Dios Poseidón está dispuesto a ponerle todo tipo de dificultades.

       -A la mitad del viaje, vieron unas aletas en el mar y al momento, salieron unos seres extraños: cabeza celeste, cuerpo y aletas moradas. Eran las sirenas que se abalanzaron sobre los marineros con la intención de ahogarlos, Ulises ordenó que se cortaran la piel con sus navajas, pero los marineros no les hicieron caso y algunos fueron atacados y ahogados.

Ulises, al ver que no le hacían caso, agarró una botella de lo que a simple vista parecía vino y se fue acercando a las sirenas, que por cada paso que Ulises daba, las sirenas retrocedían dos, y al acercarse uno de los marineros a oler las gotas de aquella botella de ``vino´´, se dio cuenta de que aquello que alejaba a las sirenas no era vino, si no sangre.

         -Al darse de lo que las sirenas detestaban, los marineros se cortaban la piel, y en el momento en el que brotaba la sangre, las sirenas se lanzaban al mar, y así los marineros felices de vivir y con algunos vendajes aparatosos, navegaban felices a casa, y cuando Ulises, escucha un susurro bajo, como si viniese del mar: ``Ulises´´.